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Lo primero en el día fue llamar a Robbie por lo del barco, pero él estaba muy ocupado y lo único que pudo hacer fue mandarnos un tarro de grasa marina. Austin puso manos a la obra y no solo logró arreglar el bote, sino que también lo pintó. ¡Que bien quedó!
Pero antes de probar el barco, hay que limpiar el estanque, partiendo por sacar la basura:
También cambiamos las tejas del fondo:
Y ya estábamos listos para zarpar. Pero cuando Austin buscaba una botella de champaña para la inauguración, Flash se las dio de marinero:
Recuperamos el bichero para atraer con él la embarcación y poner a salvo a nuestro guardián canino...
Llamamos a Winston White, de la empresa de limpieza, quien sacó los barriles de pintura del fondo del estanque:
Limpiamos el agua con un filtro y evitamos así un desastre medioambiental ¡uf!
Seguimos acondicionando el muelle...
... y pedimos a Robbie que arreglara las pasarelas…para no caer al agua:
Y tomamos al fin el barquito para visitar la isla, la que, bien arreglada, puede convertirse en un lindo lugar:
Estábamos muy contentos con todo lo logrado en el día, y estábamos felices regando flores, cuando nos dimos cuenta de que el riachuelo junto a la casa del árbol se estaba desbordando pues había basura acumulada. Para que no pasara de nuevo, reforzamos las orillas del riachuelo:
Más tarde llegó Jane, quien hizo unas pruebas con el estanque de oxígeno. Esperamos a que llegara Rich, y entonces Austin inició la inmersión...
Claro que hoy debí gastar unas 39 estrellitas.
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